Fundamentos
El paradigma de la salud instalado por el Dr. Ramón Carrillo como primer Ministro de Salud de la Nación del gobierno peronista desde 1946, fue excluyentemente el fortalecimiento de la salud, la prevención, su cuidado, sin dudas la antítesis del modelo de la atención de la enfermedad y la cronificación de las enfermedades de los sistemas de lucro neoliberales.
El segundo paradigma que instala es la ruptura del modelo médico hegemónico, al plantear el mejor programa de salud es agua corriente y cloacas, agregando que los virus y las bacterias son pobres causas de enfermedades, al lado de la miseria, la pobreza y la exclusión social, donde los médicos salen del eje central sanitario.
El tercer planteo que incorpora es la Medicina Social, que es aquella que investiga las determinaciones sociales que actúan sobre la salud individual y colectiva de los pueblos, corriente que triunfa y hoy se discute en el mundo como Epidemiología Crítica, que estudia desde el cambio climático, hasta los miedos, los salarios, los duelos, la alimentación, etc., como factores esenciales de pérdida de la salud.
Sobre esos planteos la Argentina tiene desde hace años una impronta neoliberal, apuntalada por la Constitución de 1994 que instala la idea de consumidores, o sea el Mercado como eje sanitario, que desplaza la solidaridad y abandona el concepto de la salud como DDHH y el medicamento como bien social. Esa Constitución fragmenta el país y los sistemas solidarios de salud.
Ejes temáticos
1- Incorporar los derechos a la salud en una Nueva Constitución nacional, taxativamente, no en forma interpretativa
2- Realizar un programa nacional de salud que incorpore a los subsectores solidarios que constituyen la masa crítica del sistema, que es la Mesa de las 4 Patas, obras sociales sindicales que atienden el 41% de la población, el PAMI el 17%, las obras sociales provinciales otro 17% y el sector público hospitalario con casi el 30%.
3- Dictar una ley que permita apuntalar la seguridad social en salud, determinando que los prestadores que trabajen dentro del sistema, no pueden salir de las normas del mismo, ni cortar servicios, ni cobrar plus por prestaciones ni gastos del bolsillo a los beneficiarios.
4- Apuntalar la Producción Pública de Medicamentos y recuperar soberanía sanitaria como en el primer gobierno de Perón con el EMESTA, empresa de medicamentos estatales, que sirva como empresa testigo de precios.
5- Refundar el Ministerio de Salud con todas las agencias bajo su égida, como la Superintendencia de Servicios de Salud, el PAMI, la ANMAT, la Superintendencia de Riesgos del Trabajo, el control de precios de los medicamentos, las prótesis y ortesis, los insumos importados, los medicamentos importados de alto precio y baja incidencia.
6- Dictar la ley de equipos básicos de salud de extensión territorial, federal, interdisciplinarios con la Comunidad Organizada como base de sustentación y organización permanente.
7- Una ley nacional de salud que protocolice y centralice la información de la base de datos, obligue a los de la zona y diferentes subsistemas a adoptar los mismos criterios y la formulación de formularios terapéuticos regionales de acuerdo a epidemiología.
8- Apuntalar la Ley de Salud Mental.
9- Terminar con el dictado de leyes por patologías.
10- Modificar la currícula de formación de cuadros profesionales de la salud, con criterios humanizados frente a la formación ligada a los intereses de las farmacéuticas y la tecnología.
Dr. Jorge Rachid
DOCUMENTO DE LA COMISIÓN DE SALUD
Carrillo exponía que la responsabilidad del deber de la salud estaba relacionada al propio respeto, además de las obligaciones que ligan al individuo con el grupo social. Agregaba que la conciencia pública estaba asociada a la información popular para la conquista de un objetivo estableciendo normas y métodos para hacer comprender al pueblo, aceptar y practicar el cuidado y protección de su propio ser para la libre expansión de la personalidad integral, observando un desplazamiento desde la mirada de la enfermedad hacia la de salud para el bienestar físico y mental.
En una de las tantas disertaciones aclaraba que nuestra sanidad era una cuestión pasiva y que la solución no se encontraba en esperar que las enfermedades se produjesen y que apareciesen las epidemias determinando catástrofes, sino que a partir de las políticas peronistas alrededor de un programa que contenga el bienestar beneficiaría una política sanitaria-social. Dentro de este marco interrogamos procesos en sanidad.
Priorizamos el aporte de herramientas provenientes de experiencias latinoamericanas y locales planteando la salud como un derecho en todo el territorio argentino. Este posicionamiento facilita la legitimidad a reclamar e incluir modos y procedimientos sanitarios diferentes, sin descartar los que están en funcionamiento sino enriqueciendo y desarrollando dispositivos que desencadenen modos que permitan resolver problemas comunitarios e individuales.
Las salidas urgentes y de emergencia en el ámbito de los saberes y sus prácticas están en íntima relación con un problema sin resolver. La colonización de formas de conocimiento y pensamiento en el área salud, ha creado mecanismos, estrategias y técnicas sin haber revisado prácticas que demuestran una solución rápida principalmente a los sectores vulnerables, como lo constataremos en los modelos que consideraremos.
Vertientes que se originan en geografías diferentes han resuelto con políticas muy semejantes, operatividad en construcción. Nombraremos algunos casos.
El modelo pluricultural de Bolivia y su novedosa inserción de múltiples y plurales procedimientos saludables, debido al número de etnias conviviendo en territorio boliviano. El nuevo marco constitucional incluye el reconocimiento de sus derechos colectivos reflejados en salud como consecuencia de luchas desencadenadas durante décadas, entre ellas las indígenas y campesinas. El modelo pluricultural de Bolivia y su buen vivir son procesos y vías a tener en cuenta por el respeto que visibiliza creencias populares; en otras palabras, las tradicionales en el área.
Brasil con el SUS (Sistema Único de Salud) durante la gestión del anterior gobierno, manifestaba una interesante política de derechos. Los mismos, reconocidos por un sistema de protección social con acceso a la asistencia médica junto a los trabajadores y el sector informal. Éstos, formaban parte del “movimiento de la reforma sanitaria” con participación y control popular. Resume esta construcción la participación popular, la descentralización y el poder en las determinaciones sanitarias.
Nos detenemos a reflexionar sobre la experiencia venezolana que toma parte de la práctica cubana por su eficacia, no sólo en la batalla cultural relacionada a los profesionales de la salud, sino en su validez. Este modelo adopta conceptos incluyendo la exclusión y la pobreza, el protagonismo popular desde usuarios, intelectuales y funcionarios. El conocido plan Barrio Adentro I, II y III quienes conforman el Sistema Público Nacional de Salud de carácter intersectorial, descentralizado y participativo, considera la salud como un derecho social fundamental garantizado por el Estado como parte del derecho a la vida, el bienestar colectivo y el acceso a los servicios primarios en todos los sectores sociales, la gratuidad, universalidad, integralidad, equidad, integración social y solidaridad. Además de la promoción y previsión, agrega este constructo venezolano, la prohibición de privatizar los servicios públicos legalmente. La comunidad organizada tiene el derecho y el deber, manifiestan, de participar en la toma de decisiones sobre la planificación, ejecución y control de la salud, demostrando este eficaz sistema de nuestra América Profunda. Así fueron sustituyendo el modelo curativo por el preventivo.
El sistema de salud cubano, por otro lado, es un modelo reconocido por todos los países del mundo por su eficacia y excelencia según la valoración de la Organización Mundial de la Salud, entre otros organismos internacionales, ya que a pesar del bloqueo norteamericano a la isla desde hace casi seis décadas, logra universalizar el acceso a la misma relacionando atención con investigación y solidaridad con los países, incluyendo los novedosos hospitales distribuidos en territorios internacionales.
En nuestro país las experiencias del Plan Integral de Salud en 1973, con las experiencias de La Pampa, Río Negro, Jujuy y Neuquén, fueron de grandes expectativas interrumpidas por el Terrorismo de Estado.
En nuestra patria hay experiencias interesantes para continuar en varios Hospitales, Centros de Atención y otros lugares referentes a salud.
En salud mental exponemos la práctica del Hospital de Lanús, el Dr. M. Gondenberg desarrolla un programa de desmanicomialización de la psiquiatría.
En este sentido también queremos recuperar las prácticas de la denominada Década Ganada, como la creada hace 10 años en el CIDAC (Centro de Innovación y Desarrollo para la Acción Comunitaria) dependiente de la Secretaría de Extensión y Bienestar Estudiantil de la UBA. El espacio de salud proponía la acción de la psicología en el barrio de Barracas, recuperando la salud mental en el marco de la formación de grupos y de expresiones diversas basadas en categorías provenientes de la psicología social y comunitaria.
Algunos de los planteos realizados en el marco de las actividades del denominado “Proyecto Maciel” en la UBA entre los años 1956-1966 y del CEPIA (Centro Piloto de Investigación Aplicada/ “Enrique Grinberg” en la Universidad Nacional y Popular de Buenos Aires, años 1973-74, además de integrar prácticas de extensión, investigación y docencia, enfatizó lo social, lo político y epistémico de los movimientos sociales, de los sectores populares y organizaciones. Priorizar la recuperación de aquellos movimientos en salud, fueron iluminando caminos para repensar estrategias.
La experiencia en el área de adicción en Salud Pública, es una construcción que requiere un armazón que la contenga. Este armazón lo constituye según la experiencia, la Estructura Social, Política y Cultural del país. El concepto de armazón reporta a una estructura externa dentro de la cual encontraremos a los seres humanos y los núcleos poblacionales urbanos, mayores o menores, barrios periféricos, villas, pequeños y medianos pueblos de toda la superficie del país.
Dentro de cada uno de estos núcleos poblacionales debemos armar el constructo de salud preventiva. En ellos deberá haber diferentes componentes: sala de primeros auxilios barriales dotados de profesionales como Enfermero/a, Médico/a Generalista, Pediatra, Ginecólogo/a, Trabajador de la Salud Mental y otros. Es importante contar con un servicio de Odontología con visitas periódicas. Deberá estar presente también el Trabajador/a o Asistente Social (por lo menos dos), quienes rastrearán en el barrio los posibles Agentes Comunitarios. El perfil necesario es el conocimiento del barrio, su gente, sus historias y tradiciones y ser, en general, aceptado y amigo de todos, así como trabajadores sociales y psicólogos comunitarios estableciendo una empatía que facilitará el estado saludable.
De lo dicho hasta aquí se desprende que la Atención Primaria de la Salud debe pivotear en cada Municipio de todo el país. En la Sala se registrará a toda persona que venga a atenderse. En un segundo paso las trabajadoras sociales junto con el o los Agentes Comunitarios y otros profesionales, rastrearán el barrio, puntualizando todo problema de salud que no llegue a la sala. De esta manera, el concepto teórico de Salud Preventiva derivará en Atención Primaria de la Salud.
Resumiendo: mantener alejada la enfermedad, como afirmamos en un comienzo, la salud como derecho humano, dotar a las salas de auxilios con alto nivel y calidad de recursos humanos, apoyo permanente y directo de cada municipio en cada una de sus salas, los servicios para enfermedades de media y alta complejidad deberán mantenerse y estar a disposición de los profesionales de las salas, a nivel nacional y/o provincial, deberá modificarse la formación universitaria de los profesionales que está enormemente afectada por los grandes laboratorios y monopolios multinacionales. Es necesario incorporar categorías provenientes de las experiencias social-cultural-histórica y otras, para no ser sólo un cúmulo de técnicas en función de combatir la Enfermedad pero que pivotea en torno a ella. Los Estados, municipal, provincial, y nacional deberán promover y proveer la producción de medicamentos que estén al alcance de todos, la tendencia a la complejización y burocratización de toda temática de Salud-Enfermedad tiene que ver con la injerencia en diferentes áreas del Estado, del poder monopólico-colonizante del capitalismo multinacional.
La Ley de Salud Mental considera la salud mental, la política y los derechos humanos, articulados en un campo donde se presenta como estrategia repolitizar los equipos de salud en una concepción de sujeto acorde al paradigma descripto anteriormente.
En síntesis, historizar visibilizó un entramado para crear condiciones en la participación de la población local con su saber popular creando puentes entre diferentes abordajes y enfoques en salud, desde la reflexión crítica y una visión histórico-social de los problemas salud-enfermedad-atención de la vida cotidiana.
Los obstáculos de dicha visibilidad se encuentran en las continuidades y discontinuidades de modelos en salud atravesadas por influencias de políticas neoliberales y las dependencias europeizantes en cuanto a saberes profesionales. Un diálogo es ante todo un problema de interculturalidad además de una diferencia entre saber popular con sus tradiciones de tipo ancestral y el saber académico. Pensar el arraigo y el suelo, en otras palabras el territorio y los símbolos que se comparten, visualiza sentidos de identidad con el otro. La certeza de negar el saber popular también niega un conocimiento: el de los excluidos. Encontrar la forma de “estar-siendo” es la única posibilidad de construir nuestra identidad en la patria.
Las consecuencias de la geopolítica del conocimiento impuesto por la arqueología de la salud eurocéntrica, manifestó una política contra la soberanía popular sanitaria y un atravesamiento del poder, mercantilizando la misma a través de dispositivos donde la atención de la enfermedad pasa a ser exclusivo para un sector poblacional y un aparato sanitario relacionado a formidables ganancias que las multinacionales farmacéuticas obtienen y disponen. Medicalizar nuestros cuerpos y patologizarlos, constituyen procesos de cronificación en el vivir cotidiano con lamentables consecuencias en los mismos.
Por otro lado, el problema del modelo cultural en salud, es poder gestar uno nacional y popular ya que en este país se fueron naturalizando los modelos extranjeros (la filosofía europea, la democracia francesa, alemana, inglesa o norteamericana principalmente) con conceptos ajenos al predominio de nuestras raíces.
Estos paradigmas hegemónicos influenciados por la Modernidad, han conformado un entramado que irrumpe en los temas de salud sin acordar con el saber popular, tomando el conocimiento académico como la única posibilidad de pensar el padecimiento, el dolor, el sufrimiento humano y su tratamiento, universalizando la mirada eurocéntrica y norteamericana con concepciones racistas.
La salud en tiempos de la colonialidad del saber, universaliza la visión cartesiana del mundo donde la división mente/cuerpo conduce a estrategias de diagnósticos, pronósticos y tratamientos y donde el cuerpo es considerado un objeto de una ciencia que experimenta, controla y disciplina.
No está demás aclarar que nos basamos en conceptos que no son binarios, tomamos al cuerpo desde la concepción del atravesamiento político-social-cultural-creencias-subjetividades-otros, esto es la versión de cuerpo político y que se corresponde con un modelo de salud diferente y no mecanicista como la propuesta moderno/colonial.
La actualidad nos devuelve la imagen desgarrante ante la avanzada implacable y voraz de las grandes corporaciones financieras sobre los derechos del pueblo trabajador. El desguace del Estado deja al descubierto un plan de negocios y especulación desprotegiendo los sectores más indefensos que ya han sido vulnerados en sus condiciones de vida.
La salud pública está siendo blanco de feroces estocadas con recorte de presupuestos, subejecución de partidas, faltante de insumos, desarticulación de programas sanitarios y asistenciales, estancamiento del descenso de la tasa de mortalidad infantil por primera vez en los últimos 14 años, falta de nombramientos de personal en el sector, paritarias a la baja, desfinanciamiento de los hospitales, en particular los de Alta Complejidad, SAMIC, a lo largo y ancho del país por parte de la Nación, con persecución y estigmatización de sus trabajadores y una gestión irresponsable por parte de la intervención de los mismos.
Muestra de ello son el Hospital de Alta Complejidad SAMIC, El Calafate Gobernador Cepernic, Presidente Kirchner en la Provincia de Santa Cruz; Hospital Posadas en Buenos Aires; Hospital de Alta Complejidad en Red El Cruce, Néstor Carlos Kirchner de Florencio Varela; Hospital de pediatría Profesor Dr. Juan P. Garrahan, en CABA, y otros. Además, el desfinanciamiento de Institutos como el Instituto Nacional de Enfermedades Virales Humanas (INEVH); la Administración Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud (ANLIS) Dr. Carlos G. Malbrán; el Instituto Nacional de Medicina Tropical (INMeT); el Instituto Nacional de Parasitología “Dr. Mario Fatala Chaben”.
La degradación del Ministerio de Salud a Secretaría implica:
-Alta predisposición a tener un conjunto de enfermedades relacionadas, como por ejemplo el cáncer, debido a la excesiva contaminación de alimentos y medio ambiente.
-La pérdida en el manejo de presupuestos propios, esto se verá traducido en recortes y faltas de insumos. Por ejemplo, para 2019, 15000 pacientes quedarán sin cobertura para el tratamiento del HIV.
-Pérdida en el poder de rectoría en la conducción estratégica de las políticas públicas de salud a nivel nacional.
-Retrocesos en derechos por pérdida del diseño de políticas públicas en salud.
-Desigualdad en el acceso a la salud entre las diferentes provincias ya que se pierde la coordinación y regulación de lo que se hace desde el sector.
-Falta de control y ordenación en las obras sociales y prepagas. Esto significa que no se podrá controlar aumentos de cuotas ni cumplimiento de coberturas.
-Debilitamiento del rol y responsabilidad en el control, vigilancia epidemiológica y notificación de enfermedades.
-Además, se visibilizan discursos disciplinarios hegemónicos que medicalizan y farmacologizan los abordajes con repercusión en las desigualdades de género y de orientación sexual, el aborto inseguro clandestino como causal de muerte materna, el modelo psico-social del consumo de drogas ilegales y psicofármacos, alcoholismo y violencias y depresiones, entre otros.
En otras palabras, en el marco de un proyecto de país inclusivo, la salud debe ser considerada como un derecho concreto de la población, regulando prácticas principalmente hacia los sectores más vulnerables y es responsabilidad tanto del Estado Nacional (Ejecutivo, legislativo, judicial) como de los Estados Subnacionales (provincias y municipios) retomando el comienzo de este Documento.
En manos del FMI vamos hacia la mercantilización de la salud, fortaleciendo al sector privado, imponiendo la CUS (cobertura universal de salud) y la AGNET (Agencia nacional de evaluación de tecnologías sanitarias) promocionadas por agencias internacionales y actores vinculados al capital financiero global (Banco Mundial, OMS, Fundación Rockefeller). La CUS consiste en una canasta básica de prestaciones y medicamentos a la cual podrán acceder los sectores más necesitados, teniendo que pagar toda prestación y/o insumo que no se encuentre dentro de la canasta. Por otro lado, la Agencia estaría encargada de decidir qué medicamentos y/o prestaciones quedarían por fuera del PMU (Prestación Médica Universal) o de la canasta básica de prestaciones del sector público, medicamentos y/o prestaciones a las que se podrá acceder pagando al sector privado, se propone como una herramienta para limitar la posibilidad de realizar demandas judiciales a los prestadores y no como una forma adecuada de intervención del Estado para la regulación de los precios.
La decisión de no inaugurar hospitales ya terminados, de despedir recursos humanos y vaciar hospitales como el Posadas, de recortar beneficios a jubilados, trabajadores y niños, está en sintonía con el modelo económico que vinieron a implementar (no olvidemos que retiraron una vacuna del calendario obligatorio, provocando la medida cautelar de un juez de La Plata que sentenció facilitar el acceso a la misma. Seguramente, el Estado apele el fallo. Nombran CEOS empresariales en el sector público con intereses en el sector privado, como ocurre en el INPI (Instituto Nacional de Propiedad Industrial) donde en septiembre pasado una multinacional intimó a productores argentinos a frenar la producción de medicamentos para la hepatitis C. Desde fines de 2015,CAEMe (Cámara Argentina de Especialidades Medicinales) y las compañías monopólicas transnacionales farmacéuticas, están atacando directamente a las guías de patentabilidad para declararlas nulas y de esta forma realizar libremente sus negocios. Las guías son constitucionales y son parte de la soberanía en materia de salud nacional.
Sin medicamentos a precios accesibles, no hay derecho humano a la salud.
La demanda en la atención de la salud es inelástica, no responde a las leyes del libre mercado, debe tener una respuesta inmediata sin condicionamientos, debe ser universal y accesible, porque es un derecho humano protegido por la Constitución.
En otras palabras y retomando al Dr. Carrillo, el paradigma de la salud se basa en el fortalecimiento de la misma, en la prevención como eje, en tener en cuenta los determinantes sociales de calidad de vida como apuntalamiento de los indicadores en salud sumados a la atención primaria y a los controles sobre las enfermedades crónicas de enfermedades no transmisibles, como conceptos centrales de un Plan de Salud Federal.
Frente al colapso del sistema debemos pensar en medidas que atiendan la problemática social para asistir en forma inmediata a todo sector de la población que no tenga acceso, trabajando sobre las siguientes demandas urgentes, proponemos:
-Anulación de todas las medidas relacionadas al campo de la salud que son obstáculos del buen vivir.
-Recuperación de todo lo abandonado en lo que respecta a empleos, salarios y condiciones de trabajo.
-Control de precios en medicamentos con el modelo del listado de Precios Cuidados en alimentos de la gestión anterior.
-Gratuidad en los medicamentos para enfermedades crónicas en jubilados y recuperar los descuentos perdidos para el resto de las prescripciones.
-Defensa de los laboratorios nacionales y producción de los mismos en instituciones universitarias u otras.
-Realización de un relevamiento y/o censo para establecer las necesidades y requerimientos de cada Centro de Salud: hospitales, salas, etcétera, atendiendo niveles diferentes como: personal de salud, personal administrativo, usuarios, familiares de enfermos e internados, con la finalidad de atender las necesidades locales.
--Asistencia estatal a la salud para toda la población: desburocratizar el acceso.
-Integrar y coordinar los dos subsistemas existentes Estatal y Solidario.
-Aumentar presupuesto en el sector salud para la compra de insumos imprescindibles (reforzar la compra de: leche fortificada para menores de 6 años y mujeres embarazadas, vacunas, medicación y tecnología)
-Auditoría sobre gastos y supervisiones.
-Ubicar los más experimentados recursos profesionales para la Atención Primaria tomando como premisa el trabajo como ordenador social.
-Derogación DECRETO 908/16 de la Cobertura Universal de Salud.
-Anulación del DECRETO 801/18 para devolver jerarquía de Ministerio a la Secretaría de Salud.
-Programas de asistencia para la madre embarazada, niñez, tercera edad y discapacitados.
-Restitución inmediata de la provisión de medicamentos para tratamiento de HIV, vacunas en el calendario de vacunación, atención a pacientes de PAMI y discapacidad.
-Promocionar participación de la comunidad junto con los profesionales y trabajadores de la salud en la construcción de un modelo de Salud Colectiva.
-Así también agregamos la experiencia positiva que tuvo el modelo del CIDAC en Barracas, en una experiencia inédita junto a la latinoamericana y el Caribe.
-Reasignar presupuesto a la ANLAP (Agencia Nacional de Laboratorios Públicos) para la producción pública de medicamentos.
-Refinanciamiento de la Administración Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud (ANLIS) y sus 11 institutos.
Decimos NO a la fragmentación de los servicios públicos, no a la tercerización de los diferentes niveles de complejidad hospitalaria, no a la disgregación de las obras sociales sindicales con la desregulación del 2000 impuesta por el Banco Mundial, no a la apropiación privada de los riesgos de trabajo con las ART, no a la gerenciación externa del PAMI, no a la privatización de la salud pública. No a la imposición de patentes medicinales y tecnologías por sobre las necesidades prestacionales de la epidemiología nacional. Sí a la producción de genéricos en organismos públicos.
Al aprobarse en el Senado el presupuesto 2019, nos encontramos con una Secretaría de Gobierno en Salud cuyo presupuesto no supera la inflación promedio proyectada, con una reducción del provisorio 8.15% respecto del año anterior y subsumida a un Ministerio de Desarrollo Social, lo que da cuenta de una visión asistencialista de la salud. La reducción afectará a la mayoría de las líneas programáticas destinadas a fortalecer la estrategia de atención primaria de la salud, las transferencias directas de recursos a las provincias y las actividades de control de enfermedades transmisibles, como el Dengue, Zika, Chikungunya, Chagas y Fiebre amarilla, quedando con una menor capacidad de respuesta ante epidemias. Se plantea reducción del presupuesto en los siguientes programas: Programa de Atención de la Madre y el Niño, Programa atención sanitaria en el territorio, Programa de Promoción de la salud y reducción de los factores de riesgo de enfermedades no transmisibles, recortes en área de salud sexual y reproductiva (con una disminución absoluta en la mayoría de las metas propuestas, sobre todo en aquellas vinculadas a la prevención, detección y diagnóstico de las infecciones de transmisión sexual), Programa de lucha contra el SIDA y enfermedades de transmisión sexual, Programa de Equipos Comunitarios, Programa de Prevención y Control de Enfermedades Endémicas y otros.
En resumidas cuentas, quedaríamos en colocar el acento en qué organización nos damos para los objetivos señalados: los modelos de gestión y organización de los servicios de salud, las redes, la gestión de los servicios de salud y su financiamiento, los costos y un programa que atienda las necesidades más urgentes de las diferentes poblaciones.
Patria sí! Colonia no!
Liliana Etlis, Alberto Moreno del Campo, Alejandro Heredia, Gabriela Bes
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