1- Los enemigos nos han declarado la guerra al querer borrar de la memoria colectiva del pueblo, 70 años de historia, que han forjado la conciencia nacional de construcción de un destino de Patria soberana y un pueblo feliz.
2- Esos mismos enemigos pretendieron desde el primer momento dividir peronismo del kirchnerismo, cuando el proceso de los últimos 12 años de gobierno popular, fueron en esencia revolucionarios, al devolverle al peronismo una identidad que había sido arrebatada, pisoteada y denigrada en los 90, en nombre de la globalización y la modernidad.
3- “Nos llaman kirchneristas, para bajarnos el precio” planteó Néstor Kirchner quien reivindicando su condición peronista, planteó el sistema de valores y principios políticos que dieron origen al movimiento popular, nacional y revolucionario que en América Latina, puso al ser humano y la naturaleza, como eje de construcción del modelo social solidario del siglo XX. De ahí su supervivencia en el tiempo.
4- Ese modelo reivindicado hoy frente a un mundo cada día más brutal, inhumano y cruel, arrasado en sus soberanías en nombre de los Mercados financieros y sus pueblos sometidos al hambre, la miseria y la desocupación en nombre de una hipotética teoría del derrame, que tiene casi un tercio de la humanidad en condiciones de pobreza estructural. Un insulto a la conciencia universal.
5- Los doce años hicieron de nuestro país un proceso viable de inclusión social bajo dos premisas recuperadas, después de años de neoliberalismo dominante en lo estructural y cultural: primero el estado como ordenador social desplazando al Mercado y la segunda, recuperando la política como instrumento de construcción del modelo de país justo, libre y soberano, que hizo que la juventud se volcase a tomar el destino en sus propias manos.
6- Algunos creyeron que estábamos haciendo la Revolución, cuando en realidad sólo estábamos reconstruyendo lo arrebatado, que sin dudas era revolucionario en un magma de neoliberalismo dominante. El No al ALCA fue el punto culminante de un proceso de emancipación regional y constitución del bloque UNASUR, que erigió a nuestra doctrina en eje de una conciencia latinoamericana, alejada de tutelajes imperiales. Estábamos vivos, seguimos y vamos por más.
7- El modelo industrial productivo, la generación de trabajo, la ampliación de derechos, la consolidación del sistema previsional, la incorporación al mundo multipolar, el desarrollo científico tecnológico, las políticas firmes de DDHH, pusieron a la Argentina como ejemplo ante el mundo, de cómo salir de las crisis, con determinación doctrinaria y soberanía, al margen de las fórmulas propuestas por los dueños del poder.
8- Pero estábamos en un camino correcto que debería profundizarse, en el tiempo de acumulación de masa crítica y organización popular necesaria para las luchas pendientes, que quedaron a realizar en cuanto volvamos al gobierno. No pudimos terminar con las ART, ni con la cartelización de la obra pública, ni de los laboratorios de medicamentos. Tampoco pudimos con la Patria Financiera más allá de haberles propiciado un golpe con las AFJP que nunca perdonarán y cuyo responsable, vicepresidente de la Nación, sigue perseguido y encarcelado hasta hoy.
9- Ese es el eje del odio desarrollado por el enemigo de la Nación, auspiciado por el diseño imperial de EEUU, que ejecuta el gobierno al intentar demoler el llamado populismo peyorativamente, al referirse a las políticas populares de un peronismo, que se levanta como filosofía e ideología profundamente latinoamericana y de construcción del pensamiento liberador, que confronta con la lógica euro centrista y anglosajona.
10- Por esa razón la Revolución Nacional es una demanda del Peronismo Pendiente, en una Argentina que necesita solidificar políticas de Estado, que se funden constitucionalmente en Derechos Sociales y Humanos, el rol de Estado Soberano, en el control del Comercio Exterior, la banca y el crédito, los medios de comunicación, todo destinado a políticas antimonopólicas. La Democracia Popular y la democratización del poder, con desarrollo científico tecnológico que nos lleve al siglo XXl de la mano del conocimiento, sin abandonar al modelo del amor y del compromiso, biocéntrico, como plantea Francisco, del Modelo Social Solidario peronista. Esa será nuestra Revolución, por ella y para eso: volveremos.